Ya hemos hablado anteriormente en nuestro blog sobre la interpretación médica en hospitales y la traducción médica; pero, ¿qué aptitudes son necesarias para ejercer como traductor o intérprete médico?

Diferencia entre traducción e interpretación médica

A menudo los términos “traductor” e “intérprete” se utilizan de manera indistinta cuando, en realidad, son profesiones bastante diferentes, por no decir, completamente distintas.

El trabajo del traductor médico se puede realizar desde una oficina o incluso desde casa y consta, básicamente, de la traducción de textos “escritos”. Estos textos pueden ser de lo más variopinto pero siempre tienen una cosa en común, son textos médicos o del sector biosanitario. El traductor sanitario puede tener que enfrentarse a la traducción de folletos médicos, ensayos médicos, instrucciones de medicamentos, consentimientos informados, informes médicos, informes de alta médica, etc.

El intérprete médico o sanitario es aquel profesional que realiza su trabajo, normalmente in situ o por vía telefónica, de forma oral e interpreta a los dos idiomas las conversaciones que se mantienen entre paciente y equipo médico. Por ejemplo, es habitual que los hospitales con una gran afluencia de pacientes extranjeros o de turistas cuenten con el servicio de interpretación hospitalaria, dado que dichos pacientes no suelen hablar el idioma del país en el que han caído enfermos.

La interpretación médica puede ser simultánea o consecutiva.

  • La interpretación médica simultánea es aquella en la que el intérprete va hablando al mismo tiempo que el paciente o médico, es decir, la voz del intérprete se escucha por encima de la del paciente, mediante una app o receptor.
  • En la interpretación médica consecutiva, el intérprete toma notas mientras el médico o el paciente hablan para luego transmitir el mensaje de forma “diferida”, una vez ellos han terminado de hablar.

¿Qué aptitudes debe tener el traductor e intérprete médico?

Normalmente, los profesionales que ejercen como traductores e intérpretes en hospitales o en el sector sanitario en general, cuentan con una licenciatura o grado en traducción e interpretación, en filología o provienen de carreras del ámbito sanitario pero cuentan con un amplio conocimientos de otras culturas e idiomas.

Sea cual sea la carrera o grado profesional que hayan completado, para ejercer en el mundo de la interpretación y la traducción médica es necesario contar con las siguientes aptitudes:

  1. Ser bilingüe: es necesario dominar tanto la lengua nativa como una lengua extranjera a nivel prácticamente nativo.
  2. Conocer las culturas de los idiomas con los que trabaja: para poder ejercer bien su trabajo, el traductor o intérprete médico no solo debe dominar los idiomas, sino conocer todos los detalles y las características culturales de los hablantes de dichos idiomas. Este punto es clave especialmente en traducción e interpretación hospitalaria, ya que algunas culturas y religiones no aceptan determinadas actuaciones médicas; hecho que el intérprete o traductor médico deberá advertir al equipo médico que los atienda.
  3. Buenas dotes de comunicación: los intérpretes y traductores de los hospitales necesitan tener grandes dotes de comunicación para facilitar la conversación entre equipo médico y paciente sin perder la imparcialidad ni la objetividad en ningún momento.
  4. Pensamiento rápido: en el caso de los intérpretes médicos especialmente, estos deben ser capaces de pensar y reaccionar rápido en situaciones de emergencia y estrés. Es posible que se encuentren con problema de salud grave que no son aptos para sensibilidades débiles.
  5. Profesionalidad y ética: esta aptitud no es exclusiva de la traducción y la interpretación médica, pero sí es especialmente importante en este ámbito dada la confidencialidad que debe existir entre el paciente y el equipo médico que lo atiende.

Terminología y vocabulario médico

Los traductores e intérpretes médicos deben conocer a la perfección la terminología y el vocabulario que se utiliza en el ámbito hospitalario y sanitario.

Obviamente, es imposible estar al día todos los términos médicos, nombres de medicamentos, instrumental, tratamientos, etc. que existen. Sin embargo, en la actualidad contamos con bastantes fuentes en internet para consultar rápidamente las traducciones y definiciones de los términos que desconocemos.

Por ejemplo, podemos consultar las bases terminológicas de los campos de las ciencias y la salud o alguno de los muchos diccionarios médicos online que tenemos a nuestra disposición. Para los medicamentos, es recomendable consultar directamente el Vademécum.

Desde Tatutrad, recomendamos a todos aquellos traductores e intérpretes médicos que trabajen de forma continuada en este campo, la creación de un glosario o una base de datos de términos propia para cada especialidad médica en la que trabajen con mayor asiduidad y, siempre que sea posible, compartir dicho glosario o base de datos entre todos los componentes del equipo de traductores o intérpretes médicos del que formen parte. De esta manera, se garantizará el uso de la misma terminología y vocabulario sea cual sea el intérprete o traductor que esté trabajando.