Seguro que has visto hasta la saciedad distintos documentos de términos y condiciones de montones de productos y servicios. ¿Te has preguntado alguna vez cuáles son las peculiaridades de este tipo de textos a la hora de traducirlos? En esta nueva entrada del blog de Tatutrad te contamos todo lo que necesitas saber.

Los términos de usuario y las condiciones de uso, junto con la política de privacidad y la política de cookies, entre otros, son un conjunto de referencias de tipo legal relativas a los servicios o productos de una empresa, que se redactan y publican para cumplir con la normativa vigente. Todas estas referencias conforman lo que se conoce como aviso legal.

Los términos de usuario y las condiciones de uso informan a los usuarios de cuestiones como la responsabilidad jurídica y las obligaciones (tanto del usuario como de la empresa), el uso que el usuario puede hacer de los contenidos, las condiciones de compra, los precios y los datos de la empresa. En definitiva, reúnen los aspectos legales esenciales para comercializar un producto o servicio.

Para un ecommerce es fundamental que los textos esten bien traducidos

Por otra parte, la política de privacidad recoge todas las disposiciones relativas a la protección y el tratamiento de los datos personales del usuario, es decir, la forma en que la empresa recopila y procesa la información personal de las personas que usan sus servicios o productos. Este tipo de políticas se rige actualmente en Europa por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD, o GDPR por sus siglas en inglés), entre otras normativas de ámbito nacional. La entrada en vigor del RGPD en mayo del pasado año generó unos altos volúmenes de traducción, pues fue necesario modificar el contenido de millones de políticas de privacidad de todo tipo de empresas.

Muchas empresas se ven tentadas por “traductores” gratuitos online para traducir sus términos y condiciones en otros idiomas, como el traductor automático de Google. Traducir gratis puede parecer la opción más rentable y cómoda, pero esta no ofrecerá unos resultados adecuados, como ya explicábamos en el artículo ¿Traducción automática o traducción profesional? de nuestro blog.

Piensa en las consecuencias que podría acarrear un error de traducción en un tipo de documentos como este. Da un poco de miedo, ¿verdad? Aunque la calidad y la precisión de la traducción son aspectos fundamentales en cualquier texto, son especialmente cruciales en contenidos de índole legal. Un simple error puede desembocar en consecuencias legales graves y, te lo aseguramos, siempre hay más de un error con este tipo de herramientas gratuitas.

Lo ideal en estos casos es acudir a un traductor profesional, que tenga experiencia a la hora de entender textos con un lenguaje jurídico y que sepa qué término preciso debe usar en cada momento en concreto.

Los textos de índole jurídica presentan una serie de características que un traductor profesional debe tener en cuenta. Para elaborar la siguiente lista, en la que confluyen algunos aspectos comunes al inglés y al español, nos hemos basado en el estudio que Ruth Gámez y Fernando Cuñado han publicado en su libro Legal English: inglés jurídico para juristas y traductores de habla hispana (2015).

la traduccion de textos legales y documentos para importacion y exportacion

  1. Uso de un lenguaje de especialidad, tecnicismos y arcaísmos

El lenguaje jurídico es un lenguaje técnico lleno de palabras propias de la jerga judicial, que a veces puede resultar complejo y difícil de entender si no se es experto en la materia. Contiene multitud de tecnicismos (o términos especializados), arcaísmos (que son palabras antiguas que ya están en desuso) y expresiones latinas (como exempli gratia, inter alia o prima facie).

  1. Complejidad sintáctica

Además de un alto grado de formalidad, los textos jurídicos están redactados con frases más largas de lo habitual, lo que hace que sean un poco farragosos y difíciles de entender. Por lo general, también hacen un uso más extendido de la voz pasiva que otros textos. Esta forma de escribir hace que un traductor en línea no pueda entender muchas frases o que capte solo uno de los posibles significados de una cláusula.

  1. Puntuación y uso de mayúsculas

En ciertas ocasiones, la falta de signos de puntuación o un uso incorrecto de estos puede dificultar la comprensión de los textos jurídicos, así como un uso más extendido de las mayúsculas.

  1. Falta de equivalencia entre sistemas jurídicos

Aunque los términos y condiciones se rigen por la legislación y las normas aplicables del país donde se ubica la actividad comercial, es necesario tener en cuenta que las normativas son distintas en cada país, lo que a veces puede suponer un reto a la hora de traducir este tipo de contenido. Un traductor online gratis no comprende que esto sea así, y puede que hables de la política de privacidad de la UE en Corea del sur, donde dicha normativa no tiene ninguna validez.

Equivocarse en una sola palabra puede cambiar el significado de todo el documento, de forma que se cometa un error de traducción que conlleve consecuencias jurídicas tanto para el usuario como para la empresa.

Por ello, es importante tener en cuenta la necesidad de contar con un profesional. Esto podría evitar posteriores quebraderos de cabeza y ahorrarte incluso algún que otro disgusto en el bolsillo.

Por todo ello, lo más recomendable es dejar este tipo de proyectos en manos de agencias de servicios de traducción profesionales como la nuestra, que harán uso de todos sus conocimientos y se centrarán hasta en el más mínimo detalle para no crear problemas legales innecesarios.

Si tu empresa dispone de un sitio web y quieres adentrarte en el mundo del comercio exterior, recuerda que en Tatutrad estamos para ayudarte. Nuestro equipo de traductores profesionales puede asesorarte en el proceso de internacionalización de tu empresa. Además, si no estás muy familiarizado con los pasos que debes seguir y quieres comenzar a informarte, no dudes en consultar nuestra entrada Traducción y exportación, la alianza perfecta.

Desde nuestra oficina ubicada en Sevilla contamos con una amplia experiencia en el sector del marketing y de la traducción técnica y jurídica. Traducimos todo tipo de documentación legal, desde términos y condiciones y políticas de privacidad hasta contratos y sentencias.

No corras riesgos innecesarios y recuerda: Tatutrad puede llevar tu empresa allí donde lo necesites.

 

Autora: Belén Correa Gavira

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