Abrochaos los cinturones porque en la entrada de hoy os contamos las claves de una de las técnicas de traducción más triunfadoras del mercado que consigue que las empresas despeguen rumbo hacia el éxito: la transcreación.
El término transcreación surge de la unión de traducción + creación, ya que este proceso de traducir conlleva una toma de decisiones creativas constante.
Se trata de una disciplina relativamente nueva a medio camino entre el marketing y la traducción que tiene por objetivo que dos mensajes distintos provoquen la misma reacción en el público de destino. Es decir, su elemento principal no son solo las palabras, sino la transmisión de emociones, sentimientos, ideas, gustos…
Se trata de ir más allá del texto y encontrar el mensaje que mejor encaje con nuestro público objetivo.
Diferencias entre Traducción y Transcreación
Una de las principales diferencias entre la traducción y la transcreación es precisamente el marcado carácter comercial de esta última. Podríamos decir que la transcreación genera en las personas la misma sensación que un anuncio de publicidad, ya que suele ser el método utilizado para la traducción de eslóganes y campañas en el mundo del marketing.
Pero no todo queda aquí, ya que también se crean nuevos personajes que reflejan mejor la cultura de llegada, como sucede en una multitud de videojuegos, y algunos valientes hasta se atreven a transcrear sus menús (una idea «macnífica», ¿verdad?).
¡Casi se nos olvida! Cuando ponéis una peli y veis que el título en cualquier idioma es mucho más corto que en español o viceversa, se debe, probablemente, a que haya pasado por las manos de un transcreador que quiere daros pistas sobre el contenido que estáis a puntito de visualizar.
¿Qué ventajas tiene la transcreación?
Probablemente os preguntaréis por qué puede ser útil la transcreación para cualquier negocio en lugar de una mera traducción. Pues bien, está demostrado que la práctica de combinar traducción y estrategias creativas genera un mayor porcentaje de ventas en aquellos casos en los que se busca una internacionalización completa (como ya os adelantábamos en nuestra entrada sobre internacionalización de contenidos). Si no quieres simplemente informar, sino transmitir y hacer que el público de destino sea partícipe de tus ideas empresariales, entonces, a buen transcreador… pocas palabras bastan.
Una de las claves para aumentar nuestras ventas en el extranjero consiste en adquirir un conocimiento profundo del país al que queremos enfocar nuestros productos. Con las técnicas de transcreación e internacionalización apropiadas, podemos conseguir que el público de destino perciba nuestras ideas con una mayor cercanía, ya que se demostrará que nos importan, que sus sentimientos también cuentan y que, como todos sabemos, entendemos que como en casa en ningún sitio.
La transcreación consigue que los receptores se sientan así precisamente, como en casa; por eso, es una de las técnicas más empleadas por las empresas de grandes nombres no solo a escala nacional, sino también mundial.
En nuestra oficina, analizamos al dedillo la cultura de los receptores, los matices que más les importan y los que más les ofenden, estudiamos sus estilos de vida, sus tendencias y gustos y, partiendo de una puesta en común de ideas, obtenemos el resultado más exitoso para nuestro cliente, ya que sabemos que una mala transcreación puede tener serias repercusiones para una marca. Por nuestras manos han pasado personajes, eslóganes, campaña, productos y hasta canciones (eso sí, no nos pidáis que cantemos).
En Tatutrad, contamos con un equipo de traductores profesionales capaces de desarrollar estrategias creativas cual publicistas, transcreadores que conocen el mercado de destino y que se preocupan por la impresión que sus traducciones tendrán en este.
Ponte en contacto con nosotros para recibir un asesoramiento personalizado sobre el servicio que mejor represente tu estilo y «¡que la transcreación te acompañe!».