Mucha gente utiliza de forma indistinta los términos traducción e interpretación, sobre todo al hablar de «traducción simultánea», cuando, en realidad, el término correcto sería «interpretación simultánea». Pero, ¿realmente existen tantas diferencias entre la traducción y la interpretación?

Interpretación o traducción

La principal diferencia entre la interpretación y la traducción es que el intérprete transmite el lenguaje hablado de forma oral, mientras que la traducción se centra exclusivamente en los textos escritos (aunque un traductor también puede trabajar con archivos de audio, de vídeo o incluso imágenes, pero el resultado final será siempre en forma escrita).

Es importante conocer las principales diferencias entre ambos servicios para poder contratar al profesional que realmente necesitamos; dado que para cada uno de estos servicios se necesitan unas características y aptitudes concretas.

diferencias entre traducción e interpretación

Las 5 principales diferencias entre traducción e interpretación a tener en cuenta a la hora de contratar un servicio

1. La interpretación trabaja con el lenguaje oral en tiempo real, mientras que la traducción trabaja con archivos que se basan en texto y no suelen tener una entrega inmediata.

2. La interpretación se suele realizar al momento; puede hacerse en persona, por teléfono o por videoconferencia. En estos últimos meses de confinamiento y Covid-19, han visto un enorme auge las aplicaciones para interpretación remota (RSI, por las siglas en inglés de Remote Simultaneous Interpreting) y en Tatutrad estamos desarrollando una iniciativa innovadora para adaptarnos a esta nueva necesidad.

La traducción, en cambio, no tiene por qué realizarse al momento. Un ejemplo claro es la traducción de libros publicados anteriormente tan solo en el idioma original y que, tras cosechar éxito entre los lectores de dicho idioma, se traducen a otras lenguas para llegar a más lectores.

3. Otra diferencia entre traducción e interpretación es el nivel de precisión de ambos servicios. En interpretación se permite un cierto margen de «imprecisión» siempre y cuando no se cambie el mensaje original debido principalmente al tiempo del que se dispone para entender, traducir y transmitir el mensaje. 

El proceso de traducción suele incluir dos procesos más antes de la entrega final al cliente: la revisión y la edición del texto. Esto permite ofrecer un nivel de precisión muy superior al de la interpretación.

4. Los intérpretes suelen trabajar en ambas direcciones idiomáticas, del idioma A al idioma B y viceversa, mientras que entre los traductores lo más habitual es traducir únicamente a su lengua materna, es decir del idioma B al idioma A.

5. El tiempo de preparación para el trabajo. Un intérprete suele pasar semanas, incluso meses, informándose y estudiando el tema de la próxima conferencia que va a interpretar. El traductor dedica tiempo a informarse no solo antes de empezar a trabajar en el texto que debe traducir, sino también durante el periodo que dedica a su traducción.

Si bien existen diferencias entre ambos servicios, la traducción y la interpretación también tienen varios puntos en común.

1. Formación y conocimientos: ambos profesionales deben tener formación y conocimientos del tema sobre el que van a traducir o interpretar, por ejemplo, un traductor o intérprete legal debe conocer las diferencias que hay entre los sistemas jurídicos de los idiomas con los que trabaja.

2. Dominio lingüístico: para poder hacer correctamente su trabajo, tanto los traductores como los intérpretes deben tener pleno dominio de los idiomas que ofrecen. En este sentido, no basta con poder mantener una conversación en un ambiente informal, sino que también es necesario que conozcan expresiones técnicas o juegos de palabras que pueden aparecer en el momento menos esperado.

3. Profesionalidad: cualquier persona que desee trabajar como traductor o intérprete debe ser profesional, cumplir con los plazos de entrega y ser capaz de transmitir el mensaje original en el idioma de destino sin que cambie su significado. En ocasiones, en necesario adaptar el mensaje y el tono no solo al idioma de destino, sino también a la cultura y características de sus hablantes. A este proceso se le conoce como localización o transcreación.

Si tienes dudas sobre el profesional que necesitas contratar, puedes ponerte en contacto con nosotros y te informaremos sobre cuál es el más adecuado para tus necesidades y sobre las características y formación de los profesionales que trabajan con Tatutrad.